Hoy en día, existen grupos que no le
rinden culto o adoran a un Dios, sino que establecen la no existencia de un
dogma ni a un ser superior al cual adorar donde culminan estableciendo al
hombre como máximo representante al llegar al Nirvana y posteriormente a la
calidad de buda, uno de ellos es el Reiyukai. Esta agrupación se enfoca en
rendir culto a nuestros propios antepasados mediante oraciones y
agradecimientos. A continuación, se explicará detalladamente las funciones de
un Reiyukai y sus tradiciones o actividades.
En primer lugar, Kakutaro Kubo creador
de esta asociación no tuvo mucho éxito en sus intentos de difundir sus ideas a
los demás. Es asi, que en 1901 Kimi Kotani se nombró como futura líder ya que
acababa de nacer, con el fin de inculcar sus ideas a las personas de manera que
se entiendan mucho mejor de las que las explicaba Kakutaro. Al ingresar a
Reiyukai, se recibe principalmente el Símbolo Familiar (Sokaimyo) que se basa
en el eje familiar representado por la pareja (papá y mamá), representa a todos
los ancestros de ambas familias con igualdad de consideración y respeto para
cada uno de ellos. Con este símbolo cada uno puede recordar a sus ancestros
sean directos o indirectos y ofrecerles la recitación del Sultra (enseñanzas
que tienen relación con la Flor de Loto, que significa La trilogía del Sutra
del Loto es decir, la capacidad del individuo para lograr un entendimiento
honesto y realista de sí mismo y del mundo) para que de esta manera podamos
expresar nuestro más profundo deseo de que ellos puedan alcanzar la aspiración
para seguir el camino de la paz y la felicidad en el mundo espiritual. Una de
las formas de vida del Reiyukai es que promueve la libertad de ideas y, por lo
tanto, no cree que sea correcto decirle a cada persona lo que debe de hacer; al
contrario, los miembros apoyarán y guiarán al individuo cuando busque el camino
más adecuado para sus metas, confiando en que este camino se clarificará a
medida que explore y reflexione sobre lo que ha aprendido. Otra de las formas
de vida es que se basa en el descubrimiento del propio yo, y de lo que más nos
conviene, a través de la experiencia y la reflexión. No obstante, hay personas
que no han desarrollado la capacidad de saber qué es lo que realmente quiere
para su vida, es así que para los Reiyukai afirma que no son honestos consigo
mismo y sufren mucho al tratar de mejorar sus puntos débiles, aunque sus
intentos sean sinceros.
En segundo lugar, el Reiyukai basa sus
enseñanzas en la idea de que todos los seres humanos pueden mejorarse y
aprender de sus nuevas experiencias y se den cuenta de que todos pueden tener
más compasión y menos capacidad de crear dolor para s mismos y los demás con la
sabiduría que adquieren de esas experiencias. También nos muestran que a medida
que nos conocemos a nosotros mismos a través del recuerdo a nuestros
antepasados y de la interrelación con el medio que nos rodea, aprendemos de las
relaciones con los demás y comenzamos a entender que la superación propia no
tiene sentido a menos que contribuya al progreso de todos. Según el Venerable Maestro KaKutaro Kubo
(1892-1944) dijo: “A partir de hoy el mundo continuara progresando, pero no
mejorara si los seres humanos no acumulamos méritos virtuosos contenidos en el
Sutra del Loto, no podremos gozar de paz, ni construir un hogar armonioso.
Estos méritos virtuosos no son visibles a través de nuestros ojos. Los seres
humanos podemos limpiar nuestros cuerpos, nuestra sociedad, por medio de un
baño. Pero sin la práctica del Recuerdo a los Antepasados y sin la consecuente
acumulación de méritos virtuosos, no podremos nunca limpiar, ni quitar la
suciedad que llevamos pegada en nuestros corazones, que tampoco es posible ver.”
Esta cita hace referencia a que podemos lograr muchas cosas, todo lo que nos
propongamos mientras rindamos recuerdo u homenaje a nuestros antepasados que
nos ayudaran a poder realizar las actividades o acciones a lo largo de nuestras
vidas.
En conclusión, la meta de Reiyukai es
trabajar por un mundo en el que prospere la humanidad; un mundo en el que cada
individuo se esfuerce para mejorar, pero, no a costa de otros; un mundo en el
que los seres humanos vivan su vida siendo conscientes de las consecuencias de
cada acción y cada pensamiento; en definitiva, un mundo que podamos disfrutar y
ofrecer orgullosos a las generaciones venideras. Una de las frases que más nos
llamó la atención fueron de un libro sobre Ten no Ongaku de La vida de Kimi
Kotani donde decía lo siguiente: “Todo el mundo trabaja para aumentar sus
posesiones personasles. Obsesionados por los deseos mundanos ponen sus mentes y
sus cuerpos en acción para lograr propósitos egoístas, siempre tienen una
excusa a la man para posponer esas tareas para otro día. El hombre podrá llevar
una vida de un individualismo egoísta, pero, al final, cuando sea llamado a
retomar al mundo espiritual, deberá dejar atrás todas sus posesiones mundanas.”
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