Se reúnen
el segundo domingo de cada domingo durante 3 horas. Cada participante cuenta
con su libro de Sutras y una banda colgada en el pecho. No existe un sacerdote
ni nada parecido. Sin embargo, siempre hay un voluntario que se coloca frente
al altar y prende las velas. Todos los demás se sientan mientras que quien
recita comienza a decir las oraciones. Lo que esa persona dice es lo que el
resto repite. Se lee rápido con el fin de crear un sonido armónico. Una vez
finalizada esta parte, las velas se apagan y se toca una pequeña campanilla. Se
reúnen en una sala para conversar acerca de sus experiencias o cambios que han
observado con la práctica. Dan diversos ejemplos de vida, situaciones que han
pasado y han respondido de manera distinta. Se hacen comentarios, todos muy
sutiles, sin hacer preguntas que puedan generar incomodidad.
El
ambiente es muy tranquilo, todos son muy amigables y cariñosos con todos, ya
que eso es algo que practican. Se puede observar el compromiso y el interés por
mejorar y ayudar a que los demás lo hagan también
Los
participantes tienen entre 25 y 75 años. Sin embargo, si alguien de menor o
mayor edad desea unirse, no se le cierran las puertas. No se visten de alguna
manera en especial, solo utilizan una banda de cinta como la de los concursos
de belleza. Todos deben tener su Sutra para poder rezar.
Finalizada
la reunión, se quedan unos minutos conversando, algunos salen juntos y se
dirigen a otros lugares, la hora de irse es depende de cada persona, pero a la
hora de llegada todos son muy puntuales, las reuniones siempre comienzan a la
hora indicada.
Lamentablemente no dejan que tomemos fotos dentro de las instalaciones, por eso aquí está una en el exterior de la casa.

No hay comentarios:
Publicar un comentario